abre los ojos a las 21.59 de un Sábado, 13 de Junio.
La temperatura es la típica de una noche de verano, no hay estrellas en el cielo, pero las farolas cumplen su función, ella escucha acordes y no deja de beber agua fría.
Cierra los ojos cada cinco segundos y medio, y ejerce unos mil parpadeos por minutos.
Tropiezan sus dedos con los lunares de su cuello, hasta llegar a recogerse el pelo.
Y se muerde los labios.
Hasta que vuelve a tener sed.
sábado, 13 de junio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
¡Hola!
ResponderEliminarVengo desde las arenas a ver tu nueva ubicación.
Ya veo que has descubierto las múltiples posibilidades que tienes blogger.
Aquí puedes relacionarte con otros y otras.
Es cuestión de tender eslabones.
Saludos y suerte en tu nuevo espacio.